En la Biblioteca de la UVigo, este año el otoño está siendo particularmente intenso con respecto a auditorías de nuestros sistemas de gestión bajo ISO 9001 (calidad) e ISO 14001 (medioambiente). Por mi propia experiencia y la ajena, sé que eso de "la calidad" y "las isos" no suscita gran entusiasmo entre la mayor parte del personal de las organizaciones públicas; sobre todo entre quienes trabajan en las unidades en las que se implantan [el otro día, una persona de la biblioteca, me preguntaba quejumbrosa a propósito de la decisión de la universidad de implantar la 14001 en la biblioteca: "¿por qué nos toca siempre a nosotros?"]. Aunque con relación a estas iniciativas los disidentes son los menos (y los entusiastas más bien pocos), hay muchos que están en el sector de los que Olivier Boiral llama "integradores ceremoniales o rituales": personas que ven todo esto como algo superfluo, engorroso y, en el mejor de los casos, como una simple medalla a colgarse por la institución. Según Boiral, para los integradores ceremoniales las certificaciones ISO responden a presiones externas, tienen poca relevancia interna y no dejan de ser un fin en sí mismo con propósitos puramente comerciales o de marketing (1, 2). De este modo, aunque las aceptan, lo hacen de manera superficial, diríamos que ritual. Viene todo esto al hilo de un par de posts que he leído este fin de semana en dos de los blogs que sigo habitualmente...
En primer lugar, en el blog de Antonio Arias, Fiscalización.es, el post titulado "Premiar la excelencia" destaca la concesión, por la Fundación FIASEP, del Premio a las Buenas Prácticas en Auditoría y Transparancia a la Audiencia de Cuentas de Canarias por la implantación de un sistema de gestión de la calidad ISO 9001. En sus elogios afirma Antonio que "la implantación de esta norma de calidad acredita y garantiza la calidad y eficacia de su sistema administrativo de gestión, tanto en las vertientes interna como externa y este reconocimiento nacional, supone acreditar de forma profesional la función de control" [los subrayados son míos]. Para Antonio, el premio refrenda que "los esfuerzos de la Audiencia de Cuentas para fortalecer su organización administrativa y las relaciones internas y externas que desde ésta se activan, tanto con las administraciones públicas y entidades vinculadas como con los agentes colaboradores, van por el buen camino y comienzan a dar sus frutos", apostillando seguidamente que "desde el punto de vista interno esta norma de calidad contribuye a consolidar los puntos clave de la actividad en esta institución de fiscalización, a la vez que se modela un sistema eficaz de gestión de la calidad en los servicios públicos, sobre todo, por la reducción de incidencias, el aumento de la productividad en el trabajo y el mayor compromiso de los empleados públicos y de las instituciones o entes fiscalizados". Estas palabras, aplicables a cualquier organización pública, creo que ponen en claro el interés de invertir tiempo y dinero en establecer unos sistemas de gestión (de la calidad u otros) no para colgarse medallas, sino para tratar de demostrar a la sociedad que procuramos gestionar los recursos públicos que se nos han confiado (muchos o pocos) de una forma eficaz, responsable y (en la medida de lo política y presupuestariamente posible) receptiva a las demandas de los usuarios.
El otro post pertenece al blog del chileno Alejandro Barros y se titula "Segundas derivadas de la contratación pública". En el sostiene que hay una segunda derivada de los procesos de contratación pública más allá de los objetivos de eficiencia y transparencia. Partiendo de la idea de la madurez de la contratación pública como termómetro de la calidad de la gestión pública, y a causa del importante peso que tiene aquélla en las economías nacionales, propone emplear la contratación como un mecanismo para promover otras políticas públicas de, por ejemplo, inclusión social, promoción de la pyme o protección del medio ambiente. Con ello "ya no se trata sólo de comprar mejor en términos de eficiencia y transparencia", sino de incorporar otros objetivos que entroncan con una de las preocupaciones recientes de la gestión de las organizaciones públicas en España (también de las unviersidades y, por tanto, de sus bibliotecas): la RSC o responsabilidad social corporativa.
(1) O.Boiral, "ISO 9000: outside the iron cage", Organization Science, 14, 6 (2003)
(2) O.Boiral, "Corporate Greening Through ISO 14001: A Rational Myth?, Organization Science, 18, 1 (2007)
FOTO: Xanada, "Grandfather's WWI Campaing Medals", en http://www.flickr.com/photos/fodden/1387887/
No hay comentarios:
Publicar un comentario