miércoles, 10 de marzo de 2010

Los powerpoint y los higos silvestres




Hojeando un sencillo diccionario de français-espagnol/español-francés (1) que compré a mi hijo pequeño para el colegio, me topé con un apéndice que incluía los modelos de conjugación de 92 verbos irregulares españoles. Junto a los verbos de uso habitual aparecían algunos cuya presencia me causó estupefacción, cuando no hilaridad. Por ejemplo, 'descafeinar' (¿para qué quiere un estudiante de francés/español saber cómo se conjuga el verbo 'descafeinar'?). Aunque el apéndice recoge otros verbos de dudosa utilidad práctica (amohinar, ahincar, empeller, muñir, agorar, desosar...), creo la palma se la lleva el verbo 'cabrahigar' (que curiosamente no figura entre las definiciones que trae el diccionario). Yo cabrahígo, tu cabrahígas, el cabrahíga, nosotros cabrahigamos, vosotros cabrahigáis, ellos cabrahigan... ¿Qué rayos es cabrahigar? ...

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Según el DRAE, cabrahigar es "colgar sartas de higos silvestres o cabrahígos en las ramas de las higueras, con lo cual se cree que, por mejor fecundación, los frutos de estas serán más sazonados y dulces". A la vista del significado creo que, en efecto, su utilidad es más bien baja, no sólo para los estudiantes de francés/español (sobre todo para los de espagnol), sino para el común de los mortales.

Mientras me preguntaba qué motivos habrían impulsado a no sé quien a incluir este verbo en el pequeño diccionario que se autodefine como "esencial", esa idea de sartas de higos colgadas de las ramas con intención de mejorar su sabor, me hizo recordar los powerpoints de algunos cursos y presentaciones a los que he tenido ocasión de asistir. En sus críticas sobre el uso y el abuso del powerpoint, Edward Tufte (PowerPoint is Evil y The Cognitive Style of Powerpoint) señala que se tiende a hacer prevalecer el formato sobre el contenido y que el powerpoint acaba sustituyendo a la presentación en lugar de soportarla (la verdad es que - si me permite la boutade - hay muchos powerpoint insoportables). Una visión más matizada (y en español) es la de Sobrevivir al Powerpoint, de Juan Freire. En clave de humor recomiendo ver la actualización 2010 del desternillante vídeo (en inglés) de Life After Death by Powerpoint del humorista-ingeniero Don McMillan.

Si bien soy consciente de que aún me queda mucho que aprender sobre los secretos de la técnica y la estética del powerpoint, creo que es más importante la cuestión de su uso. Al respecto hay dos cosas que, como oyente/espectador de presentaciones, me fastidian bastante. En primer lugar, los ponentes que embuten todo lo que van a decir en "tropecientas" diapositivas y luego se dedican a leerlas en voz alta. En segundo lugar, los ponentes para quienes el powerpoint es el fin en lugar de un medio. En este caso parece como si, por el mero hecho de estar en powerpoint, el mensaje adquiere una existencia verdadera y suficiente sin que importen su rigor, relevancia o utilidad. A partir de ahí los powerpoint
se cabrahigan, es decir, se cuelgan de las ramas a ver si, con el tiempo, adquieren sentido, veracidad o, por lo menos, interés.

(1) Diccionario Esencial Français-Espagnol, Español-Francés, Vox, 2005

Imagen basada en la foto "Ficus carica", de Manuel M. Ramos, http://www.flickr.com/photos/_mm_/537316355/